martes, 20 de octubre de 2009

A LA COSTA (Luis a. Martínez) lizbette leon

En la monótona vida de la familia Ramírez, fue un verdadero rayo de sol la amistad entablada con Luciano. Don Jacinto fue pronto conquistado por ese carácter vehemente, alegre y generoso la eterna murria de la abogado desaparecían siquiera un instante, como si el inalterable buen humor del provinciano fuera contigioso e hiciera concebir al doctor alguna halagüeña esperanza de algo muy hermoso, pero desconocido. Comprendía que bajo la aparente superficialidad de joven, se escondían un alma grande, capaz de las más grandes, capaz de las más atrevidas concepciones y conquistadoras hasta lo imposible.
Doña Camila, al principio fría y ceremoniosa, cedió poco a poco, merced a la invisible simpática Luciano y mas que por eso, por la innata afección que tiene la mujer o a lo muy hermoso o a lo muy fuerte, y el joven era uno y otro.
Mariana lo vio la primera vez con un secreto temor, casi con simpatía, como si el instinto lee advirtiera que en caso de lucha, el seria el vencedor .joven ella, hermosa poseedora de una naturaleza impresionable, con una vehemencia de carácter que en vano había queriéndose eliminar o atenuar con el rigorismo religioso, era un combustible presto hacer encendido. Faltaba la chispa y Luciano fue esa chispa. Trato algún tiempo de resistir, de engañarse así misma, imaginándose que ella estaba cubierta de imperfecciones y el de antipatía; que era disparates amar a un provinciano de oscuro antecedentes, que pronto se iría el a su aldea o pueblo para no volver mas; pero la ficción duro poco y cayo como caen eso engañosos sofismas del corazón y termino al fin por converse íntimamente que amaba a Luciano. Por lo demás, era el único joven que conocía con alguna intimidad. Habiendo vivido antes tan retirada, el parecía que el provinciano era el tipo ideal formando en sus ensueños de muchacha romántica, cuando leyó en el colegio alguna rara novela burlada a la vigilancia de las monjas, o cuando oyó hablar de amoríos a sus condiscípulas mas expertas en los enlaces del mundo. ¿Hermoso? Lo era si duda alguna. ¿Inteligente? Parecía serlo: y sobre todo tenia ese misterioso poder tan raro en el hombre: el poder seductor instantáneo. De el que se desprendía algún desconocido efluvio que mareaba pronto; los ojos sobre todo eran temibles. Los triunfos de Byron, de duque de Rivas y de otros celebres seductores eran debidos a esa rara propiedad física si se quiere, pero innegable.
Mariana era un sujeto apto según el lenguaje hipnótico, muy adecuado para sufrir con resultados positivos sean impresiones. Su organismo fisiológico era una factor importantísimo. engendrada por un padre poseído siempre de una idea única y lúgubre; concebida y amamantada por una madre mística , salió ella un producto hibrido , delicado , sonador , apropiado para la alucinación mística o los furores de libertinaje desvergonzado y sistemático en el cambio de la niñez a la pubertad , el histerismo si había presentado con tremendos ataques , que con dificultad combatían la medicina en empírica y solo atenuaba algún tanto , porque de tarde en tarde asomaba ,mas terribles , causando perturbaciones profundas en el organismo y debilitando la voluntad con visiones de ángeles y demonios.
Luciano, por su parte ,pronto sintió n su corazón joven el nacimiento de una verdadera pasión. el también estaba bien organizado para el amor ,el también era vehemente y a veces sonador y poeta. y ¿Quién no lo es a los veinte anos si se tiene talento, salud y el alma no esta marchitada por vicio o desgracias precoces? El instinto le advirtió que mariana le amaba ,y luego sorprendido mirándolo elocuente , frases aisladas, entonaciones extrañas ,rumores súbitos ,indicios todos, suficiente para poder ver algo en el corazón de una mujer joven .
Haci estaban las cosas, cuando la beata hizo la denuncia de las pretensiones de Luciano que ella había podido ver merced a su larga experiencia en las malas artes.
Doña Camila ,excitada hasta la rabia ,tuvo una conferencia con su marido .don Jacinto .aunque mas intransigente ,era mas humano y conocedor de la vida, y comprendió el amor de los dos jóvenes y trato de calma a su mujer ,aconsejándole prudencia y dejando al tiempo la resolución del problema .doña Camila, resulta a proceder de lleno en todo , desobedeció a su marido, al que llamo cegatón y necio y, airada ,dio un formidable empellón a la puerta y llamo a los gritos a su hija.
-ven acá –diciendole, tan luego como mariana penetro asustada por los gritos-,ven acá ,le pidió ,quiero tener una explicación contigo. y se irguió con su alta estatura delante de la muchacha que acababa de tomar asiento delante de su madre.
-¿de que se trata mama? ¡Me asuste con los gritos!
-necesito que hables la verdad como confesor .cuidado mientes. ¿Qué impresión te ha causado Luciano Pérez?
Mariana sorprendida así tan de repente, no a ti no a concertar la respuesta, balbuceo alguna cosa que su madre no alcanzo a oírse puso pálida luego roja de vergüenza y bajo los ojos …
-hola, hola, eso tenemos –dijo doña Camila con acento burlesco -. ¡Qué pudorosa estas hijita mía! contesta si o no. ¿Quieres a Luciano Pérez?
La muchacha, repuesta ya aun tanto de la primera sorpresa y diciendo lujo de valor y franqueza, como si otra alma nueva hubiera sustituido a la antigua tan cobarde y timida, levanto los ojos, clavándole en lo de su madre como en señal de desafío y contesto marcando bien las palabras.
-si lo amo, si lo quiero a Luciano… ¿acaso solo yo no debo querer alguna vez?... ¿es crimen amar a un hombre como Luciano?
-atrevida, sínica, -aulló doña Camila , levantando el brazo como si quisiera golpear a su hija -, ¿te atreves desvergonzada, a decir que quieres a ese perdido, a ese impío ,a ese azota calle , a ese chagra hijo de no se que patán ?... te equivocas mucho , mala hija ,si esperas que nosotros tus padres, aprobemos esos amoríos… quiero verte muerta, antes que mujer de ese bribón … ¿para eso has recibido la educación en el mejor colegio de quito? ¿Este es el fruto de nuestro sacrificio? Dime. ¿Esas son las ideas católicas que no me he cansado de inculcarte?
Mariana, la humilde mariana, sintió que algo extraño que algo anormal invadía su ser , una oleada de rabia ciega le ahogaba , la sangre africana ,que había en ella se revelo en ese momento . Levantándose del haciendo, pálida, con los ojos sanguinolentos, los dientes apretados con los ojos de vacante enloquecida y con voz sorda que salía de una garganta estrangulada contesto:
- ¿quiere Ud. Que hable? Pues hablare la verdad ¿oye? La verdad. Si, si. Si quiero a Luciano Pérez, al chagra Pérez, hereje, al sota calles y estoy resuelta a casarme con el si el quiere y si no , hacer su querida. No puedo ni deseo estar por más tiempo en una casa que es una sepultura. No quiero quedarme de vestidor a de santo. ¿comprende? ¿de cuando acá es un crimen amar a un hombre? Dígame Ud. Y estoy hasta la corona de llevar una vida que no es otra que una muerta lenta. estoy cansada de rezar en las iglesias y de ver solo frailes y beatas … a salvador , Uds. , solo Uds. , le han echado a perder, por que salvador , mal que les pese, es un hombre inútil un bonachón bueno para fraile , incapaz de hacer de hacer nada por….
- ¡insolenté… infame, canalla! – dijo a gritos doña Camila echando espuma por la boca y lanzándose contra su hija.
- ¿Qué es eso? – dijo una voz grave… es la de don Jacinto que oyendo los gritos le entraba al cuarto
- Ya vez Jacinto, ¡que ha de ser, si no que dios nos castiga! Oye lo que dice esta canalla … ¡óyela y mátala! …
- Papa… papacito… lanzándose donde su padre. Defiéndame Uds. Mama me quiere pegar por que le hablo la verdad… óigame ¿es malo querer? ¿he cometido alguna falta? Uds. También para casarse con mi mama la ha de haber amado y solo para mi es un delito….



LOS SANGURIMAS (José de la cuadra)
si no Nicasio estaba de buen humor se extendía en larga charlas acerca de los amores de su madre y de su padre :
- mi mama era, pues, doncella cuando vino el gringo de mi padre y le empezó a tender el ala. a mi mama disque no le gustaba, pero el gringo era fregado y no soltaba el anzuelo…
- su señora mama quería no más, no Nicasio. haci son las mujeres que se hacen las remolonas pa interesar al hombre
- mi mama no era así, don cojudo. Mi mama era de otro palo de a veras nos querría. Pero después sabe que la mujer es frágil.
- Así es no Nicasio. no monte a caballo.
De este jaez continuaba la relación, interrumpía por las observaciones de interlocutor , que colmaba de rabia al anciano.
A lo que este contaba, el gringo aquel de su padre apretó tanto el nudo que al fin consiguió
- Y ahí fue que me hicieron a mí. también echo , como Ud. me vera
- Así es , Don Sangurino
- Claro que así es
- Claro




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